miércoles, 23 de julio de 2014

lunes, 7 de julio de 2014

Guía para la Evaluación de Registros Médicos



Los registros médicos representan un componente esencial de dos programas que tienen alta prioridad en muchos países del mundo; la entrega de servicios de salud y sistemas de información en salud. Para el primero, las historias clínicas pueden contribuir que atención integral de salud sea brindada de manera continua, no fragmentada. Las historias clínicas también son necesarias para evaluar si la atención brindada fue de acuerdo con las normas establecidas.
En cuanto a los sistemas de información en salud se refiere, las historias clínicas son una importante fuente de datos sobre morbilidad y utilización de servicios de salud. Las historias clínicas deben ser completas, exactas y disponibles para servir estos propósitos en forma efectiva.
La mayoría de los administradores de programas de salud por lo general reconocen el papel de las historias clínicas en estas dos áreas. Sin embargo, un número menor aprecia los recursos, conocimientos y destrezas necesarias para organizar y mantener el sistema de registros médicos que ayuda asegurar el cumplimiento de los requerimientos arriba señalados.
Tampoco son muchos los que han determinado la medida en que los programas de registros médicos están logrando los deseados objetivos y las razones de los éxitos y los fracasos.

¿Por qué evaluar registros médicos?
La evaluación de cualquier actividad puede servir varios propósitos entre ellos:
-      Identificar los problemas que deben ser resueltos (o los éxitos que podrían ser difundidos).
-      Determinar la medida en que los objetivos se están cumpliendo.
-      Definir de nuevo (redefinir) las maneras de lograr los objetivos.      -      Mejorar la gerencia.
En cada uno de estos casos, la evaluación proporciona información que mejora el proceso decisorio. Esto es importante para toda actividad y registros médicos no es una excepción. Ya que los registros médicos es una actividad que muchas veces no es claramente comprendida o adecuadamente apoyada, la evaluación puede dirigirle la necesaria atención.

EL proceso de evaluación.
EL término “evaluación” puede comprender varios conceptos diferentes; valoración (assessment), control gerencial y medición de la eficacia y eficiencia de programas.
La apreciación es aquella valorización de la situación actual y representa el primer paso del proceso de planificación. Esta evaluación identifica necesidades y problemas que, si se consideran ser de significancia, conducen a la definición de metas y objetivos programáticos.
El control gerencial es la vigilancia de operaciones actuales. Esto presupone que aquellas actividades programáticas a ser vigiladas han sido identificadas y que normas de cumplimiento han sido establecidas para cada una, que existe la habilidad para medir el cumplimiento real y compararlo con la norma y si fuese necesario tomar acción correctiva.
La eficacia y eficiencia de programas mide el grado en que los objetivos del programa se han logrado y a qué costo. Esto implica que se han fijado objetivos como también criterios para determinar lo que constituye su logro exitoso.
Cualquiera que sea el nivel o fase, el proceso de evaluación  consta tres pasos observe, juzgue y actué. La complejidad de la evaluación reside en decidir qué observar, sobre qué base juzgar y qué acción a recomendar.
Una vez que se haya identificado las metas y objetivos programáticos y las actividades claves, éstos llegan a ser el sujeto de la evaluación y deben ser juzgados usando criterios pre-establecidos. Lleva tiempo desarrollar estos criterios ya que deben reflejar no solo el sistema de valores de los responsables por el programa, sino también los recursos disponibles. Por lo tanto, también deben usarse juicios subjetivos.
Cuando este sea el caso debe ponerse cuidado especial en la manera de expresar la pregunta y la respuesta para asegurar que los resultados sean lo más confiables y válidos posibles.
El hecho de no lograr un objetivo o cualquier otra respuesta insatisfactoria a una pregunta de evaluación, no necesariamente identificará la causa de la discrepancia. Pueden requerirse exploraciones adicionales antes de poder recomendar acciones correctivas. Este proceso de refinamiento de la identificación de  problemas usualmente se beneficia de la participación de un especialista en el tema que se está evaluando.
Hay poca justificación para llevar a cabo una evaluación si no se toma alguna acción sobre los hallazgos. Los resultados de esta acción deben ser considerados en futuros estudios de evaluación.  La evaluación llega a ser entonces, un proceso continuo.

¿Quién debe realizar la evaluación?
Existen ventajas y desventajas en tener alguien relacionado con el programa operativo para realizar la evaluación. Por una parte el evaluador "interno” tiene más conocimiento sobre el programa y al haber sido identificado con la evaluación, es más propenso a aplicar sus resultados.
Es muy difícil, sin embargo, que el auto evaluador sea el objetivo, que cuestione procedimientos. El evaluador “externo” puede ser más objetivo y no tomar por sentado las prácticas que observa, sin embargo, es menos, probable que el entienda los procedimientos y pueden representar una amenaza al personal del programa operativo. Es útil, por lo tanto, que un equipo realice la evaluación, donde esto sea posible. El equipo que evalúa un programa de registros médicos debe ser formado por un especialista en registros médicos (si de afuera, el jefe de la unidad de registros médicos de la institución también debe ser incluido) y uno a más representantes de los usuarios, tales como médicos, administradores, estadísticos.

La Guía para la Evaluación de Registros Médicos
La Guía para la Evaluación de Registros Médicos fue preparada con los siguientes propósitos en mente: (1) aumentar la conciencia sobre la importancia de registros médicos en los programas de entrega de servicios de salud y sistemas de información en salud; (2) ayudar a identificar problemas importantes en cuanto a registros médicos y servir como una base contra la cual se puede medir progreso; (3) estimular acción para resolver estos problemas.
La Guía se divide en tres partes: La Historia Clínica que trata varios aspectos de la historia clínica en sí;   El Sistema de Registros Médicos, que enfoca la organización y los recursos disponibles para apoyar la historia clínica;  y la Unidad de Registros Médicos, que intenta medir lo que los usuarios opinan sobre la historia clínica y los servicios proporcionados por el programa de registros médicos. Estas partes se relacionan entre sí y, tomadas en su conjunto, ayudarán identificar áreas donde se requiere acción.
EL énfasis en registros médicos hospitalarios es premeditado. Diez años atrás la OMS convoco un Grupo de Estudiantes sobre Registros Médicos Hospitalarios. Si bien las conclusiones y recomendaciones incluidas en su informe no compromete a los países Miembros, si reflejan un consenso en cuanto a ciertas aspectos de la práctica de registros médicos y han transcurrido suficiente tiempo para su puesta en marcha. Se consideró, además que si se encuentran problemas al nivel de hospital donde existe una mejor comprensión sobre los propósitos que las historias clínicas deben satisfacer y una mayor disponibilidad de recursos, podría anticiparse que los problemas similares se presentarían en otros tipos de establecimientos de salud también.
       La Guía es destinada a ser aplicada al nivel del hospital individual. Se ha intentado, sin embargo, formular las respuestas de tal suerte que los resultados puedan ser fácilmente consolidados para desarrollar un perfil para un grupo de hospitales. Además, dado el propósito de esta evaluación, es definir, el de proporcionar una apreciación inicial sobre el programa de registros médicos, muchas de las respuestas son de naturaleza cualitativa y no cuantitativa;  esto es, reflejan la opinión del evaluador.
La Guía no pretende ser definitiva. Aquellos que proponen usarlas deben sentirse con libertad para agregar preguntas que reflejan interés o necesidades locales. Donde existen criterios o normas, es obvio que éstos deberían incorporarse. La experiencia con el uso del instrumento de evaluación también servirá de base para modificarle.
La QMS agradecería recibir comentarios sobre la utilidad de esta Guía como también sugerencias para mejorarla.

Evaluación de Registros Médicos.
El propósito de este instrumento de evaluación es obtener una apreciación general sobre la práctica de registros médicos en la institución.
Debe ser como el comienzo de un proceso dirigido al mejoramiento del programa de registros médicos. Los resultados deben usarse para establecer objetivos para el programa de registros médicos y para la asignación de los recursos que mejorará la operación.
El formulario fue diseñado para permitir responder con un mínimo de escritura. Se destina espacio, sin embargo, para anotaciones a comentarios que ayudarán en el análisis. En las partes I y II, la columna “si” refleja lo que generalmente se considera una buena (o eficiente) práctica de registros médicos.
El evaluador (o equipo de evaluación) debe examinar cada respuesta marcada “no” (partes I y II) o "raras veces” o "nunca”  (parte III) y decidir si esto representa un problema o una necesidad para el hospital.       Por ejemplo, el hecho que las carpetas de las historias clínicas no son codificadas a colores o que la exactitud de archivo en el índice de pacientes no se verifica periódicamente, no constituirán problemas si existe un alto nivel de exactitud de archivo en ambas áreas. (Sin embargo, puede resultar necesario realizar pequeños estudios adicionales para establecer esto. Por ejemplo determinar mediante una muestra aleatoria de los archivos si las historias clínicas y la tarjeta índice de pacientes están archivadas correctamente.)
Una vez que los problemas se hayan identificado, deben hacer el esfuerzo para determinar sus posibles causas, proponer posibles soluciones y estimar los recursos y acciones necesarios para vencer el problema,
También debería ser posible establecer objetivos mediales (por ejemplo, las tarjetas se archivaran en el índice de pacientes con un 100 por ciento de exactitud) que servirá como base para futuras evaluaciones. 

Ejemplos de Formatos:














La Unidad de Registros Médicos
La mejor manera de determinar lo que los usuarios opinan sobre la historia clínica y los servicios que la unidad de registros médicos proporciona, es preguntarles. Esto puede realizarse mediante el uso de cuestionarios o entrevistas.
Los médicos (y otros profesionales), enfermeras, personal administrativo clave, jefes de departamentos de servicios diagnósticos y terapéuticos, el presidente y los miembros del comité de historias clínicas y de otros comités que usan historias clínicas, deben ser invitados a participar. Se va a elegir una muestra de médicos y de enfermeras, debe ponerse cuidado que los individuos seleccionados para ser incluidos son representativos del grupo en su totalidad.
Si se usa un cuestionario, debe indicarse el plazo para devolverlo y deben sugerirse maneras para devolverlo a la unidad de registros médicos en forma anónima; por ejemplo, mediante el mensajero del hospital, colocarlo en una caja especial.  Si se decide entrevistar a los usuarios, la persona que realiza la entrevista no debe ser personal de la unidad de registros médicos. En ambos casos, debe rogarse a los participantes que sean francos y honestos en sus apreciaciones.
Después que los datos hayan sido recolectados, deben ser tabulados y analizados para identificar los puntos fuertes y débiles de la unidad, tal como los perciben los usuarios.

 Ejemplos de Formatos:

Cuestionario para los Médicos 

 











Cuestionario para Enfermeras:

 


 Cuestionario para personal administrativo:
 

 Cuestionario para Jefes de Servicio diagnóstico y terapéutico:

    


Valoracion de Problemas:



Referencias
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Fuente: Material de apoyo de ULA